QUE HACER CUANDO TE EXIGEN DEMASIADO.

     La reflexión de hoy trata sobre aquellas ocasiones en las que nosotros sentimos que estamos siempre atentos al bienestar de alguna persona (familiar, amigo, pareja), intentamos estar siempre atentos a sus necesidades y su felicidad, pero nunca es suficiente. Si por lo que sea, pasamos por unos días en los que hemos decidido estar atentos a otros temas, y no ponemos tanta atención a esa persona, aunque sigamos teniendo en cuenta sus necesidades, se enfadan, se indignan, y olvidan totalmente todas aquellas muestras de cariño que le hemos dado durante tanto tiempo, para centrarse en ese justo instante en que no le hemos hecho mucho caso, nos lo echan en cara, y como consecuencia acabamos sintiéndonos culpables y malas personas. Se nos exige más de lo que deberían, y muchas veces es imposible cumplir esas exigencias, y aunque sepamos que no podemos dar más de si, nos sentimos con muchos remordimientos por no poder estar a la altura. Si esto te ocurre ¿Qué hacer?
     Primero hay que pensar si es cierto que se nos exige más de la cuenta o es que nosotros creemos que damos mucho, pero realmente nuestros actos no lo reflejan tan claramente como nuestros pensamientos creen.

Si me exigen demasiado.

     Si es el primer caso, en el que por mucho que hagamos nunca será suficiente, y siempre tendremos ese malestar dentro, vamos a analizar a aquella persona que nos exige demasiado, pero primero tienes que estar convencido de que sí haces todo lo posible que hay en tus manos. Hay que comprender que hay personas que llevan la negatividad dentro de su ser, y aunque tengan momentos de alegría, no los suelen agradecer, y solamente se centran en la amargura que les rodea, olvidando por completo todos los motivos que tienen que podrían hacerle feliz. También se puede mezclar con el hecho de que nosotros hemos acostumbrado mal a esa persona, y lo que un día se hizo desde el corazón con la única intención de ayudar, ahora se ha convertido en una obligación para ti para la otra parte, que te va a hacer sentir siempre que sin tu apoyo nunca va a ser feliz, pero mucha culpa la tenemos nosotros mismos por dar pie a que esto ocurra, y ahora esa persona depende de ti. 
      Una vez asumido el problema que tiene aquella persona con la negatividad que hablábamos, y habiendo asumido también nuestra parte de culpa, vamos a decidir decir adiós a esa situación, vamos a armarnos de valor y a dejar de sentirnos culpables por algo que no deberíamos. Sé que es difícil, porque además esta gente negativa te suele recordar todo lo que ha hecho en esta vida por ti, para que te sientas obligado a estar pendiente de él/ella 24 horas. No dejes que esto te influya, sé fuerte y piensa que eso se llana chantaje emocional, cualquier tipo de chantaje no lo puedes permitir, porque nadie es más que nadie. Esta idea grábatela a fuego en la mente, porque te hará más fuerte a la hora de hacerte respetar. ¿Cual es el siguiente paso? 
     Lo ideal sería llenarte de valor y explicarle a la otra persona lo frustrado que te estás sintiendo con esta situación diariamente, te recomiendo leer PARA QUE TE RESPETEN HAY QUE SABER EXPRESARSE. Pero puede ser que tu caso sea el de enfrentarte a una persona totalmente víctima, y todo lo que puedas decir, lo va a utilizar para agrandar su sufrimiento y hacerte sentir peor, por muy buenas intenciones que tengas. Ahí mi consejo sería el de perdonar, tener compasión por él/ella porque tiene un problema, y marcarte un plan en el que poco a poco, muy sigilosamente, sigas dándole tu atención pero cada vez a menos nivel, hasta que no le quede otra que acostumbrarse, y cuando venga a echártelo en cara, no te afectará tanto porque ya has comprendido que tienes que perdonar porque es una persona que no sabe encontrar la felicidad por si mism@.

Si creo que me exigen pero en verdad no demuestro mi atención hacia la otra persona.

     La solución a esto es tan fácil como pararte a reflexionar, pensar qué es lo que se te exige y el porqué los demás piensan que no lo cumples. Si has llegado a la conclusión de que puede ser cierto que esto ocurra, ya has dado el paso más grande, ahora vamos a actuar. Explícale a la otra persona que a ti te cuesta mucho demostrar tus sentimientos por el motivo que sea, pero que tú también sufres cuando la otra persona sufre, y que cada vez que te necesite ahí te tendrá. Puede ser que esto te resulte muy difícil de hacer, aparte yo pienso que se consigue mucho más con hechos que con palabras. Así desde ahora proponte empezar poco a poco, empieza con un simple ¿Qué tal estas? ¿Te ayudo en algo?, haz eso cada día, verás el resultado enseguida, y poco a poco te habrás quitado ese peso de encima. Hay que pensar que los demás tienen derecho a no adivinar tus sentimientos, por mucho que creas que haces, hay veces que nadie lo nota, y también tienen derecho a sentirse defraudados por alguien por el que darían su vida, y no ven recompensa.

Piensa cual de los dos casos es el tuyo, y actúa ya, ve quitándote cargas de encima, una por una, hasta que por fin puedas ser libre.

Si te ha gustado esta entrada, descárgatela en .pdf aquí



No hay comentarios:

Publicar un comentario