Cuantas veces hemos sentido que nuestra opinión nunca se tiene en cuenta, es ridiculizada y ponerse a hablar es perder el tiempo. Esto nos pasa a casi todos, que hay momentos que no nos sentimos respetados. Pues bien, esto se puede deber seguramente a una cosa muy simple, no nos expresamos con claridad.
Tú puedes ser del tipo de persona que se guarda su opinión y se va comiendo la cabeza y cuando ya no puedes más, sueltas todo lo que tenías acumulado, de muy malas maneras, ofendiendo y/o insultando, echándole la culpa de todo a los demás.
Si eres así, según vaya pasando el tiempo te ocurrirá con mucha más frecuencia y esto ¿qué implica? que no te respeten, por mucha razón que lleves, es más, te cogerán miedo y se alejarán de ti.
También puedes ser del tipo de persona que directamente no dice nada nunca, como si nada fuera contigo, ves cosas ocurriendo a tu alrededor en las que podrías intervenir para que cambiaran, pero no reaccionas, por miedo a que se enfaden contigo, por miedo a ofender a alguien, porque no crees que nadie te vaya a escuchar. Y ahí se queda guardada esa frustración de no hacer nada dentro de ti. ¿Y cómo explotas? pues llorando sin saber por qué, con pensamientos como "todo me pasa a mí, la vida es una mierda, todos me toman por tont@, para que voy a hablar si nadie me escucha...." lo típico que una persona que sin querer se ha convertido en una víctima piensa. ¿que les pasa a las personas que nunca hablan? Que en momento que se deciden a hacerlo ya nadie le quiere escuchar, y lo mismo que al anterior, no te respetarán.
¿Cómo se arregla esto? Pues es mucho más fácil de lo que imaginas. Primero debes mentalizarte que cuando hablas con alguien con una opinión diferente a la tuya, no vayas con la intención de llevar la razón, sino con la intención de llegar a un acuerdo. Escucha lo que el otro tiene que decir, porque esa persona tiene el mismo derecho que tu a que se la escuche y se la respete.
Nunca jamás digas a la otra persona lo que tú crees que es, me explico, "eres un egoísta, eres mala persona, intentas hundirme, odias a todo el mundo... Si haces eso la otra persona se pondrá a la defensiva y dejará de escucharte para centrar su atención en contra-atacar, y el desenlace será peor.
Mi consejo es siempre intentar que la persona se ponga en tu lugar, y eso se hace diciendo cómo nos hace sentir lo que sea, por ejemplo, "he intentado hablar varias veces y me han interrumpido y eso me hace sentir inferior a los demas, despreciado y que no se tiene en cuenta mi opinión". La otra persona entenderá por lo que estás pasando y empezará a abrir su mente hacia ti. Imagina que en vez de eso dijeras "estás todo el día dejandome en ridículo y estoy hasta los h*****!!!", o "yo no puedo más, nadie me toma en serio, estoy sol@ en la vida". ¿Qué pasa cuando escuchas ese tipo de cosas por boca de otro que no eres tú? No hace falta que conteste.
En resumen, para hacerte respetar primero hay que respetar a los demás, expresarse asertivamente y ponerse siempre en el lugar del otro, no atacar sino decir como nos sentimos. Compruébalo y luego me cuentas.
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