Todo pasa por algo, siempre que tengas un conflicto personal o con alguien, ten en cuenta este pensamiento, TODO PASA POR ALGO. Ya tienes un paso ganado, una pequeña motivación para solucionarlo, y una vez solucionado, te darás cuenta de que esta frase era totalmente cierta. Puede ser porque ese problema te ha hecho afrontar una dificultad, has resuelto una situación tensa y con ello has aprendido a ser más calmado, más tolerante, menos egoísta, has aprendido a ponerte en el lugar del otro un poco mejor, lo que sea, pero siempre que haya un problema, hay una solución, y era necesario pasar por ese mal rato para superar algo que tenías pendiente. Hay otra cosa que es cierta, si tienes miedo al conflicto (aunque sea contigo mismo), y haces como si no pasara nada y evitas el problema, se te volverá a repetir, cada vez más fuerte, hasta que aprendas lo que tenías que aprender. De todo lo malo se puede sacar algo positivo, y por eso digo que todo pasa por algo.
Hay veces que tenemos un problema y nos sentimos mal pero no sabemos muy bien que nos pasa, y por ese motivo en muchas ocasiones no sabemos como reaccionar y lo dejamos pasar, nos quedamos con esa frustración dentro, y como pasa muy a menudo, la solución más fácil es echarle la culpa a la gente mala y falsa o a la vida en general que no nos trata bien. Entonces, si esto nos ocurre, vamos a hacernos las siguientes preguntas:
¿A qué me obliga este problema? ¿Qué me obliga a ser, hacer, enfrentar, cambiar?
Siempre teniendo en cuenta que todo pasa por algo, vamos a darle respuesta a estas preguntas, tómate tu tiempo, si hace falta escríbete una lista. Por ejemplo, notas que en tu entorno de trabajo o en tu escuela, recibes alguna humillación o desprecios. Pues la respuesta a estas preguntas sería: Este problema me está obligando a hacerme respetar, cosa que no he hecho nunca. Me está obligando a ser más fuerte, a tener posicionamiento, a conseguir amor propio y entender que nadie es más que nadie, y no existe ni una persona con derecho a humillarme. Me está obligando a enfrentarme al miedo de ser rechazado por los demás y a cambiar mi personalidad sumisa, conformista y resignada. Si lo reflexionas, ya tienes más ánimo para resolverlo, con paciencia, teniendo en cuenta que para conseguir tu objetivo siempre hace falta, paciencia, constancia y perseverancia, a parte de fallar alguna vez hasta que lo logres. La otra opción sería quedarte sentado, quejarte de todo y no hacer nada, y con eso lo único que conseguirás será acabar con una depresión y con miedo a todo.
¿Qué me impide este problema? ¿Qué me impide ser, hacer, tener, sentir, cambiar?
Poniendo el ejemplo anterior, la respuesta sería: Este problema me impide ser yo mismo, porque me callo por todo, lo cual me hace tener una personalidad reprimida, me impide hacer cosas que me gustan porque los demás me hacen sentir un bicho raro al tener gustos diferentes y no ser como la mayoría. Me impide tener auto-estima, me impide sentir todo lo bueno que tengo puesto que se empeñan en hacer ver que mis virtudes son defectos, aunque no tengan razón. Me impide cambiar esa necesidad que tengo de hacerme respetar, si no hago nada, no voy a mejorar nunca.
¿Cómo sabemos cuál es el próximo paso?
El que te haga sentir esperanza, alivio y ganas de vivir. Una vez des el primer paso, aparecerá el siguiente y todo se irá resolviendo solo.
Solamente es que es valiente tiene recompensa.
Si te ha gustado esta entrada, descárgatela en .pdf aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario